La italiana Daisy Osakue, de 22 años, fue objeto de un ataque cuando regresaba a su casa en la madrugada del lunes (30).
La discóbola italiana negra, Daisy Osakue, de 22 años, fue objeto de un ataque la madrugada del lunes (30), cuando regresaba a su casa en Moncalieri, en la región metropolitana de Turín.
Osakue, hija de padres nigerianos, pero nació y pasó toda su vida en Italia. El deportista negro fue alcanzado en el ojo por un huevo arrojado desde un coche en marcha y tuvo que ser trasladado a un hospital oftalmológico. “Afortunadamente, fue solo un hematoma. Unos días de descanso, unas gotas de colirio y estaré bien”, afirmó el deportista.
La policía aún no ha confirmado la motivación racista del ataque, pero Osakue no tiene ninguna duda de que fue atacada porque era negra.
“Lo hicieron a propósito. No querían señalarme como Daisy, sino como una chica negra. Ya había sufrido episodios de racismo, pero sólo verbalmente. Cuando se toman medidas, significa que se ha superado otra barrera”, afirmó.
Según los investigadores, en los últimos días ya se habían informado de otros episodios de lanzamiento de huevos en la misma región. “El ataque a la atleta azzurri Daisy Osakue es un acto indigno que condenamos firmemente, quien lo haya hecho debería sentir vergüenza ante todo el país”, dice una nota del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el mayor partido de la base aliado Primer Ministro Giuseppe Conde.
Osakue es visto como una promesa en el atletismo italiano y ostenta ya la cuarta mejor marca de la historia del país en lanzamiento de disco, con 59,72 metros. Entre el 6 y el 12 de agosto participará en el Campeonato Europeo en Berlín, Alemania.
La joven entrena en Estados Unidos, tras ser invitada por el entrenador de una universidad de Texas. Su padre era judoka, mientras que su madre jugaba balonmano.
El ataque contra el deportista negro no es el único
Italia ha experimentado casos recurrentes de agresión contra minorías, desde inmigrantes y refugiados hasta gitanos. El pasado jueves (26), un caboverdiano de 33 años que trabaja como obrero en Vicenza recibió un disparo con una pistola de aire comprimido mientras se encontraba en un andamio de siete metros de altura.

El deportista afirmó que sufrió un ataque racista. Foto: Reproducción / Twitter
En Caserta, un solicitante de asilo fue alcanzado en la cara, también con una pistola de aire comprimido. A ambos les va bien. Una niña gitana de 13 meses, sin embargo, no tuvo tanta suerte: recibió un disparo con una escopeta de aire comprimido disparado por un pensionista desde el balcón de su apartamento, en Roma. El niño no corre riesgo de morir, pero puede quedar parapléjico.
El caso hizo que el presidente de Italia, Sergio Mattarella, dijera públicamente que el país se está convirtiendo en un “salvaje oeste”.
Además de la agresión contra el deportista negro, el sábado (28), un solicitante de asilo senegalés de 19 años fue golpeado mientras trabajaba en un bar en la provincia de Palermo y llamado "negro sucio".
Noticia publicada originalmente en Deporte – iG
