En una curiosa especie de catarsis ante determinadas tragedias, el humor parece ser la mejor medicina
Aperivirus en Milán, mascarillas protectoras hechas con tarros de Nutella, helado con forma de coronavirus. Italia afronta con humor la epidemia que se extiende por la península.
La capital económica de Italia, famosa por lanzar el “hora feliz” Desde el aperitivo con cientos de ejecutivos trajeados en bares sofisticados, Milán ofrece un “aperivirus” a un precio más asequible y antes de la hora establecida por el cierre obligatorio de los bares desde las 18 horas hasta la madrugada.
La confitería y heladería Infinito, en Cremona, Lombardía, la región más afectada en cuanto a número de contagiados y muertes, inventó una tarta de helado llamada “Corona Cake” con la forma y los colores con los que el mundo científico ilustra la corona del virus Covid -19.
“Sabemos que el problema es grave, pero creemos que la tristeza y el miedo no ayudan. Lo importante es seguir las instrucciones y mantener la calma”, explicaron al diario los dueños de la confitería, Andrea Schirali y su esposa, Daniela. República.
“Comer un buen helado no hace daño”, comentaron.
En las redes sociales, los chistes se extienden como una epidemia por las redes sociales y a diario aparecen fotos, memes y caricaturas.
El sentido del humor de los italianos se expresa plenamente en innumerables vídeos entretenidos.
Una de las fotos muestra al alcalde de la ciudad con esta leyenda: “El metro es un lugar seguro, el tiempo de espera es más largo que el período de incubación” (¡14 días!).
Un vídeo filmado como si fuera la serie de televisión “Gomorra”, en el que aparecen mafiosos napolitanos aparentemente negociando la compra de una gran cantidad de droga, los muestra adquiriendo nada menos que “Amuchina gel”, un famoso desinfectante desaparecido de estantes en todo el país.
“La demanda de Amuchina se está disparando. Es oro transparente, mis compañeros en Honduras están transformando sus laboratorios para producir Amuchina”, dice uno de ellos, emocionado, luego de concertar la venta.
Muchos anuncios se burlan de intercambios inusuales. “Cambio cinco litros de Amuchina por un Audi RS5 del 2019”, un vehículo que cuesta unos cien mil euros.
“Si después de una semana encerrada en casa con mis hijos por medidas gubernamentales, no mueren de coronavirus, ¡los mato yo misma!”, bromea una madre.
“Alquilo un chino y me dan quince días de vacaciones (es decir, cuarentena)”, propone un napolitano en una grabación.
por AFP
