Los descendientes de italianos se reunieron este sábado 3 de mayo en Plaza campidoglio, en Roma, para protestar contra el decreto-ley que restringe el derecho a ciudadanía italiana por descendencia, los llamados ius sanguinis — Expresión latina que significa “derecho de sangre”.
A la manifestación asistieron ítalo-brasileños, ítalo-argentinos e ítalo-venezolanos, todos en contra de la nueva norma aprobada el 28 de marzo. Aunque ya está en vigor, la norma necesita ser ratificada por el Parlamento italiano antes de finales de mayo para ser definitiva.
A nuevos límites legislativos reconocimiento automático de la ciudadanía sólo para aquellos cuyo padre o abuelo nació en Italia. Los procesos ya iniciados no se verán afectados. La propuesta prevé también la posibilidad de reconocimiento para aquellos cuyo padre sea ciudadano italiano y haya residido en Italia durante al menos dos años consecutivos antes del nacimiento o la adopción del niño.
Según el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni, el objetivo es contener el elevado número de solicitudes procedentes principalmente de América del Sur.
El acontecimiento en la capital italiana estuvo cargado de simbolismo. En las escaleras del Campidoglio, el ayuntamiento de RomaLos manifestantes desplegaron un gran panel con fotografías históricas de familias inmigrantes italianas, que luego fue cubierto con pintura negra en protesta contra el borrado de sus historias.
Los carteles mostraban frases como: “Italia fluye en nuestra ciudad” (“Italia corre por nuestras venas”), “Queremos nuestros derechos” y “La sangre no puede borrar la historia”. Banderas de varios países latinoamericanos expresaron la unidad de las comunidades de ascendencia italiana frente a la propuesta.



