El martes 24 de junio de 2025, el Tribunal Constitucional de Italia celebró una audiencia pública que podría marcar un hito en la legislación sobre ciudadanía italiana por descendencia. El juicio, celebrado en Roma, tuvo como punto de partida la remisión del Tribunal de Bolonia, publicada el 26 de noviembre de 2024, que cuestionaba la constitucionalidad del artículo 1 de la Ley n.º 91/1992, norma que hasta el día de hoy reconoce la ciudadanía italiana por ius sanguinis, es decir, por sangre, sin limitación temporal de generaciones.
Otros tribunales, como los de Roma, Milán y Florencia — también interrumpieron procesos similares, a la espera de una posición definitiva del Tribunal Constitucional.
El Tribunal analiza si esta disposición legal sigue siendo compatible con los principios de la Constitución de la República Italiana, especialmente tras la promulgación de la Ley 74/2025, que modificó el controvertido Decreto-Ley n.º 36/2025 —conocido como Decreto Tajani— e impuso nuevos criterios para el reconocimiento de la ciudadanía. La ley exige ahora, por ejemplo, que el solicitante sea nieto de un ciudadano italiano y acredite vínculos de consanguinidad exclusivos o nacimiento en Italia.
Una audiencia histórica
Con el pleno repleto de estudiantes, profesionales del derecho y la prensa, la audiencia disfrutó de un ambiente intenso y simbólico, reflejando la intensidad del tema en debate. Por primera vez, el máximo tribunal constitucional de Italia abordó la posible limitación generacional de... ciudadanía italiana por descendencia, una cuestión que afecta directamente a millones de descendientes de italianos repartidos por el mundo, especialmente en el continente americano.
La jueza ponente, Emanuela Navarretta, presentó un informe técnico conteniendo una síntesis de las cuestiones planteadas y luego los abogados calificados —entre ellos Marco Mellone, Antonio Cattaneo, Diego Corapi, Giovanni Bonato, Monica Restanio y Patrizio Ivo D'Andrea— tuvieron espacio para presentar sus alegatos orales.
El abogado Mellone fue el primero en hablar. Representando a los apelantes en cuatro casos distintos, presentó una defensa con una fuerte carga emocional e histórica.
“Estamos aquí, Presidente, para salvar al Estado de su propia ineficiencia administrativa. Si la ley siempre ha contemplado la ciudadanía por sangre, hoy no se puede afirmar que sea inconstitucional solo porque el Estado no la haya aplicado”, declaró, dirigiéndose directamente a la Corte.
Melone criticó la reciente legislación por intentar, según él, subsanar un supuesto vacío legal mediante criterios arbitrarios y retroactivos, afectando incluso derechos adquiridos de los ciudadanos reconocidos por los tribunales. También argumentó que el Parlamento, al intervenir en pleno proceso constitucional, pretendía legitimar un acto administrativo bajo la apariencia de una norma general.
“La nueva ley tiene un efecto retroactivo encubierto y sólo pretende afectar a los descendientes de emigrantes que siempre han estado protegidos por reglas claras, válidas durante más de 160 años”, afirmó.
Jurisprudencia y argumentos técnicos
El segundo en intervenir fue el abogado Antonio Cattaneo, quien presentó un análisis estrictamente técnico a la audiencia. Citó jurisprudencia del Tribunal de Casación y del propio Tribunal Constitucional, en particular la sentencia n.º 30/1983, que extendió el reconocimiento de la ciudadanía a la línea materna.
“La ciudadanía no se limita a la presencia física en el territorio nacional. Es un vínculo cultural, histórico y legal con el pueblo italiano, dentro y fuera de Italia”, afirmó, destacando que excluir a los descendientes de italianos solo por vivir en el extranjero sería negar la propia historia nacional.

Según Cattaneo, la Constitución italiana nunca ha establecido limitaciones a la generación ni a la residencia de los descendientes. Afirmó que la nueva ley introduce un criterio discriminatorio que ignora el legítimo derecho de los ciudadanos a la confianza, vulnera el principio de irretroactividad y viola el artículo 3 de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.
Impacto directo en los procesos en curso
Miles de casos están actualmente pendientes en los tribunales civiles italianos, muchos de los cuales se iniciaron antes de la nueva normativa. Dependiendo de la decisión del Tribunal Constitucional, la sentencia podría consolidar el nuevo criterio legal o sentar un precedente para su anulación o modificación.
Si el Tribunal declara la nueva ley incompatible con la Constitución, las restricciones introducidas por el Decreto Tajani podrían ser anuladas. Por otro lado, si considera legítima la limitación, se creará un marco jurídico sin precedentes que restringirá un derecho que hasta entonces se consideraba permanente e imprescriptible.
La comunidad italiana en el exterior se moviliza
La audiencia también tuvo un carácter simbólico. La presencia de representantes de la comunidad italiana en el extranjero... – especialmente de América del Sur – Se destacó como una expresión de la relevancia del tema para millones de personas. Actualmente, hay alrededor de 6 millones de italianos viviendo fuera de Italia, la mitad de los cuales nacieron en suelo italiano.
El presidente Sergio Mattarella, en un discurso reciente ante el Consejo General de Italianos en el Extranjero, recordó que la historia de la migración es parte esencial de la identidad nacional. Instó a que se reflexione sobre la legislación reciente, en una referencia indirecta al Decreto Tajani.
Pasos siguientes
El Tribunal aún no ha anunciado la fecha de su decisión. Se espera un análisis detallado tanto de los aspectos técnicos como del impacto social de la nueva legislación.
Sea cual sea el resultado, la audiencia del 24 de junio de 2025 pasará a la historia como el momento en el que el Estado italiano tuvo que confrontar sus decisiones legislativas ante su Tribunal Constitucional frente a su propia identidad nacional.
Los abogados dieron una verdadera lección de Constitución y derecho al defender el ius sanguinis ante la Corte. Lo que se puede afirmar con certeza es que la comunidad italiana en el extranjero estuvo bien representada y ampliamente defendida.




