A Câmara dos Deputados de italia aprobó este martes (20) el decreto-ley nº 36/2025, que restringe el reconocimiento de ciudadanía italiana jure sanguinis (por sangre). El texto, que ahora es Ley, ya había pasado por el Senado y ahora espera la sanción del presidente. Sergio Mattarella.
La medida fue aprobada con 137 votos a favor y 83 en contra. (220 votantes). El gobierno dirigido por Giorgia Meloni consiguió la mayoría en la votación.
El decreto se considera un hito en el desmantelamiento del amplio reconocimiento de ciudadanía italiana por descendencia en el extranjero. La nueva norma excluye del derecho automático a los bisnietos y a las generaciones posteriores, incluso si descienden de ciudadanos italianos.

“Ley Tajani”: cambios y críticas
apodado “Ley Tajani”, en referencia al viceprimer ministro italiano, Antonio Tajani, la norma generó una fuerte oposición a lo largo de estos casi 60 días de tramitación. Juristas y parlamentarios de oposición denunciaron la violación de los principios constitucionales y la jurisprudencia consolidada en el país.
La norma restringe el derecho sólo a los hijos y nietos de italianos que no tengan otra ciudadanía y exige prueba de un vínculo efectivo con Italia.
Durante los debates en la Cámara, el diputado Fabio Porta, elegido por Sudamérica, hizo un fuerte llamado a sus colegas parlamentarios pidiendo que se rechace el texto.
“Es nuestra responsabilidad garantizar que toda intervención legislativa respete los principios fundamentales de nuestro sistema jurídico”, declaró. Pedimos a este Parlamento que reflexione atentamente sobre estas cuestiones y acepte nuestra objeción preliminar, para iniciar aquí un proceso de revisión que pueda proteger verdaderamente a los ciudadanos italianos, y no convertir en ley un decreto que presenta claros indicios de inconstitucionalidad e incompatibilidad con la legislación europea, y que corre el riesgo de generar discriminación, casos de apatridia y exponer a Italia a críticas y recursos a nivel europeo e internacional.

En un apasionado discurso en el plenario, uno de los parlamentarios opuestos al decreto, Porta, advirtió de las consecuencias simbólicas y prácticas de la nueva legislación:
“Los diplomáticos vinieron a este palacio a decirme: un país serio, que quiere eliminar los atajos y combatir las malas conductas —que también existen en el ámbito de la ciudadanía— hace leyes, establece medidas, castiga a los responsables y combate la corrupción. Pero no se tira al bebé junto con el agua de la bañera..
El parlamentario concluyó con un mensaje directo a la base gubernamental:
"Qué vergüenza. Estás rompiendo un vínculo histórico profundo., entre Italia y millones de sus niños en el extranjero”.
Cambios centrales de la nueva ley
Los principales puntos de la legislación incluyen:
- Un ciudadanía italiana sólo se reconocerá hasta el segundo grado de descendencia;
– El ascendiente italiano debe haber residido legalmente en Italia durante al menos dos años antes del nacimiento o la adopción del hijo o del nieto;
– Los candidatos deben demostrar vínculos reales con Italia.
El artículo 3 bis, considerado el más controvertido, define que las personas nacidas en el extranjero con otra ciudadanía serán consideradas como si nunca hubieran adquirido la nacionalidad. ciudadanía italiana, con excepciones.
Según los expertos juristas, la medida viola el principio de irretroactividad de las leyes.
La judicialización es un camino probable
Los expertos dicen que la nueva norma probablemente provocará una ola de demandas en Italia. Los parlamentarios de la oposición ya han advertido de la inconstitucionalidad de la norma y esperan que el caso llegue al Tribunal Constitucional.
Con la nueva norma, los nietos y bisnietos que no iniciaron el trámite antes del 27 de marzo de 2025 tendrán su vía administrativa cerrada. – en la comuna o en la consulado. En estos casos, la vía judicial se convierte en la única alternativa.
Los abogados señalan que, basándose en decisiones anteriores y en la comprensión histórica de ciudadanía italiana, existe una posibilidad de éxito en los tribunales, especialmente cuando hay una violación de derechos ya adquiridos.
“El acceso a la justicia es un principio supremo, garantizado por el artículo 24 de la Constitución italiana. Ningún acto del poder legislativo o ejecutivo puede abrogarlo”, afirma el abogado Andrew Montone.
“En Italia, el control de constitucionalidad se ejerce posteriormente, y es precisamente ahí donde reside la confianza en la actuación del Tribunal Constitucional. El mismo principio está previsto en el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. “Cualquier persona que sea afectada por un acto que atente contra su dignidad, personalidad o derecho a la ciudadanía tiene el legítimo derecho a buscar reparación ante el Poder Judicial”, afirmó.
En resumen, el reconocimiento de la ciudadanía italiana jure sanguinis no ha concluido, pero será cada vez más discutido en los tribunales.
