"Yo también soy culpable". Con esta declaración, el alcalde de Val di Zoldo, Camillo De Pellegrin, quiere provocar un nuevo debate sobre el reconocimiento de la ciudadanía italiana a los descendientes de brasileños.
El reciente caso de la Crocetta del Montello, donde tres policías locales están siendo investigados bajo sospecha de falsificación ideológica, ha reavivado el debate principalmente en el norte de Italia.
Norma controvertida presiona a los alcaldes
El alcalde De Pellegrin, conocido por su postura crítica ante el aumento de las solicitudes de ciudadanía italiana, especialmente por parte de los brasileños, no oculta su frustración con la legislación actual. “¿Qué pasó allí (en Cruz Montello) puede suceder en cualquier ciudad de Italia, porque las reglas son una locura”, dijo al periódico. El Gazzettino.
Según él, la legislación italiana, que permite a los descendientes brasileños registrarse para obtener la ciudadanía basándose en estancias cortas, ha provocado un retraso insostenible en los procesos.
En el caso de Val di Zoldo, que cuenta con poco más de 2.800 habitantes, Alrededor de 600 procesos de ciudadanía están paralizados. De Pellegrin destaca que, a pesar de los esfuerzos de alcaldes y agentes locales, “el Estado no responde a las demandas”. Se refiere a la circular de 2007 del Ministerio del Interior, que permite la inscripción en los padrones municipales con una simple declaración de presencia, siempre que la estancia no supere los tres meses.
A la espera de respuestas del gobierno italiano
La frustración de De Pellegrin dio lugar a una carta enviada al gobierno italiano a principios de este año, en la que cuestionaba si las autoridades deberían comprobar únicamente las direcciones de los solicitantes o confirmar la “residencia habitual” en el municipio. “Si se exige prueba de residencia habitual, la mayoría de las solicitudes deben ser rechazadas, ya que los propios solicitantes afirman que su estancia en Italia es sólo para obtener la ciudadanía”, explicó el alcalde.
Sin recibir respuestas concretas, el alcalde ahora critica una nueva circular emitida en septiembre, que recomendó a los alcaldes verificar la presencia efectiva de los solicitantes en el domicilio social. Para De Pellegrin, la medida no resuelve la cuestión y “sólo plantea dudas sobre el trabajo de los empleados municipales”.
“Los propios solicitantes afirman que su estancia en Italia es sólo para obtener la ciudadanía”
“El Estado nos está transfiriendo responsabilidad, sin responder al punto principal: ¿los descendientes de brasileños pueden registrarse o no sólo para obtener la ciudadanía? Hasta que se resuelva esta cuestión, se nos culpa a todos y no sólo a los tres agentes de Crocetta del Montello”, concluyó el alcalde.
Opinión del italianismo: La falta de claridad en la legislación
A pesar de su postura a menudo asociada a la xenofobia, Camillo De Pellegrin, alcalde de Val di Zoldo, tiene una opinión válida al respecto. Circular K28, que regula los procesos de ciudadanía italiana, es vago en relación con la duración de residencia necesaria para solicitar el reconocimiento de la ciudadanía.
Esta indefinición genera inseguridad jurídica tanto para los municipios como para los descendientes que reclaman sus derechos.
La inercia del Estado italiano a la hora de definir reglas claras hace que la cuestión de la residencia –uno de los requisitos fundamentales cuando el solicitante elige la forma administrativa, es decir, realizar el proceso en Italia– esté abierta a diferentes interpretaciones.