Los sindicatos italianos llevan a cabo este viernes (8) una huelga nacional de 24 horas en el transporte público para protestar contra el obstáculo en las negociaciones para renovar el contrato colectivo del sector y presionar a las empresas para que aumenten los salarios en la categoría.
La huelga afecta a autobuses, metros y tranvías, pero implica operar con el 30% de la plantilla en horas punta, y ha provocado caos en el tráfico en ciudades como Roma, Milán, Nápoles y Bolonia.
“Lamento que cualquiera que diga ser un representante de los trabajadores esté perjudicando a millones de trabajadores. Nadie discute el derecho de huelga, pero Italia no puede ser bloqueada sin garantizar garantías”, afirmó el viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini.
“Si tienes una cita médica urgente, una cita inaplazable o un examen en la universidad, ¿qué debes hacer? Me parece un comportamiento absolutamente incorrecto”, añadió.
El secretario general de la Unión Obrera Italiana (UIL), Pierpaolo Bombardieri, cuestionó lo que hizo Salvini para “obligar” a las empresas a “renovar contratos”. “¿Cuántos recursos se recortaron del transporte público local?”, preguntó.
Según el secretario de la Confederación General del Trabajo Italiana (Cgil), Maurizio Landini, la participación en la huelga supera el 90%. “Está claro que se trata de un pedido muy preciso de aumento de recursos, problema que también preocupa al gobierno, porque las transferencias asignadas por la Ley de Presupuesto son totalmente insuficientes para renovar los contratos”, afirmó. (Reuters)