Italia acudirá a las urnas este domingo (12) para cinco referendos que podrían cambiar aspectos del sistema judicial del país, incluida la ley que permitió revocar el mandato senatorial del ex primer ministro Silvio Berlusconi en 2013.
Las consultas populares fueron convocadas a raíz de peticiones organizadas por el partido ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, y por la leyenda nanica de los radicales de orientación libertaria.
Los cinco referendos son revocatorios, es decir, proponen la supresión parcial o total de leyes o normas judiciales vigentes en Italia, y sus resultados sólo serán válidos si la participación supera el 50% del electorado.
Éste es el principal desafío para los promotores, ya que las votaciones de este tipo suelen contar con poco compromiso de la población, hasta el punto de que Salvini, uno de los principales defensores de los referendos, apeló esta semana al presidente Sergio Mattarella y al primer ministro Mario Draghi.
“Tal vez esté distraído, pero no recuerdo si los principales representantes estatales recordaron a los italianos que pueden votar en referendos sobre la justicia. Espero que el presidente y el primer ministro se limiten al menos a recordar a los italianos que votar en los referendos es un derecho”, exigió el senador de ultraderecha.
¿lo que está en riesgo?
La principal causa en disputa es la derogación de la ley que prevé la revocación e inelegibilidad automática de los ocupantes de cargos electos y gubernamentales condenados por delitos dolosos en la etapa final.
Fue esta norma, conocida como Ley Severino, la que permitió revocar el mandato senatorial de Berlusconi en 2013, tras una condena por fraude fiscal, y su inhabilitación hasta 2018.
La ley también establece que los administradores municipales sean suspendidos de sus cargos tras una condena en primer grado, un castigo preventivo que ha afectado a decenas de alcaldes en los últimos años, muchos de los cuales serían exonerados en tribunales superiores.
Sin embargo, una eventual victoria del “sí” anularía todo el texto, y no sólo la parte relacionada con los alcaldes. En este caso, correspondería al poder judicial determinar la inelegibilidad de los políticos condenados definitivamente.
Los otros referendos decidirán si la Corte puede ordenar la prisión preventiva de los sospechosos por el riesgo de reincidencia en el mismo delito por el que están siendo investigados; si el magistrado puede pasar del papel de juez al de fiscal y viceversa; si los abogados y profesores de derecho deberían tener derecho a votar sobre las opiniones de los consejos judiciales sobre la labor del poder judicial; y sobre la norma que exige que los magistrados obtengan al menos 25 firmas de sus colegas para postularse al Consejo Superior de la Judicatura, órgano autónomo del Poder Judicial. (Ansa).
