Un parque en la región de Sicilia, en el sur de Italia, ha decidido prohibir el uso de teléfonos móviles a niños y adultos en un intento de promover un entorno diseñado para la interacción social.
A la entrada del parque infantil de Balestrate, en la provincia de Palermo, se invita a los visitantes a colocar sus teléfonos inteligentes en los cajones de un armario antes de acceder al sitio.
“Este parque fue creado con el objetivo de enviar una señal, a padres e hijos, de atención y cuidado de los bienes públicos. No utilizar las redes sociales y los smartphones significa reflexionar sobre la importancia de la realidad que nos rodea, redescubrir los valores auténticos de la vida. En palabras del Papa Francisco, es una invitación a ser más sociales”, explicó uno de los creadores del proyecto, Riccardo Vescovo.
Con la decisión, el parque italiano se convierte en el primero en el país en prohibir el uso de dispositivos y herramientas tecnológicas para chatear o mantenerse activo en las redes sociales.
El proyecto fue creado e impulsado por la asociación País Balestrate, que se ha encargado de la renovación durante 5 años, poco después de que el antiguo parque fuera completamente destruido y transformado en aparcamiento.

El área pertenece a la escuela primaria. Aldo Moro, tiene alrededor de mil metros cuadrados y está vallado, lo que garantiza total seguridad a los niños de la comarca.
Según la presidenta de la Asociación de Padres de Balestrate, Piera Testaverde, la medida es “una gran noticia” para los niños y los padres”. “Los más pequeños respetan la prohibición con mucho cuidado, incluso los adultos disfrutan desconectar durante unas horas.
También incluimos juegos del pasado para animar a abuelos y niños a estar juntos”, concluyó el italiano.
La estructura fue construida gracias a la donación de 30 mil euros en donaciones de ciudadanos y empresas y a un préstamo de 40 mil euros realizado por el consejero regional de políticas sociales, en colaboración con el ayuntamiento y el instituto Rettore Evola.
Además, decenas de artesanos, profesionales locales, voluntarios y expertos participaron en la iniciativa para garantizar la máxima accesibilidad e inclusión. (ANSA)