Después de “un día de locura”, en palabras del líder de centroizquierda, Enrico Letta, el primer ministro italiano, Mario Draghi, presentó este jueves (21) su dimisión al presidente.
Exactamente una semana después de que lo hiciera por primera vez, cuando Sergio Mattarella lo rechazó y lo convenció de acudir al Parlamento para “aclarar” la situación política.
Después de una semana turbulenta, la coalición que apoyó a este gobierno de “unidad nacional” está enterrada.
"La única manera de avanzar si queremos permanecer juntos es reconstruir un nuevo pacto de gobierno con coraje, altruismo y credibilidad", dijo Draghi a los senadores.
"¿Estás listo? Esta respuesta no me la deben a mí, sino a todos los italianos”, añadió.Super Mario“, como se sabe, recordando que “Italia es fuerte cuando está unida”.
El expresidente del Banco Central Europeo fue llamado en febrero de 2021 para liderar un gobierno de unidad nacional con todos los partidos, con la excepción de los Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), de Giorgia Meloni, extrema derecha.
El fin del Ejecutivo de unidad podría beneficiar, sobre todo, a la coalición de Meloni, que según las encuestas ganaría cómodamente las elecciones anticipadas, previstas para la primera o segunda semana de octubre.
