El refresco de naranja más famoso fue creado en Italia y tiene ADN Napolitano
En la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi dejó de recibir insumos de Estados Unidos para producir y distribuir. Coca Cola.
Había dos opciones: cerrar la fábrica mientras faltaban ingredientes base para elaborar el producto principal o encontrar nuevos productos que permitieran que la fábrica siguiera operativa y para los que hubiera materias primas disponibles en Alemania.
Max Keith, jefe de producción de la empresa alemana, dio el visto bueno a la creación de una bebida "germánica" alternativa. Los ingredientes eran: suero (un subproducto de la producción de queso), azúcar y sirope de manzana: Así nació Fanta.
La creación alemana no tuvo mucho éxito y su producción fue bloqueada porque el refresco era demasiado amargo (y malo).
En abril de 1955, bajo el mando de Ermelino Matarazzo, SNIBEG –filial italiana de Coca-Cola, con sede en Nápoles– cambió el sabor de Fanta a una mezcla de malta y naranja. Con algunos ajustes, el nuevo sabor se hizo conocido en todo el mundo.
La primera distribución comercial de la nueva versión de Fanta fue en el mercado japonés en 1958. Al año siguiente llegó a Estados Unidos y en 1964 la bebida se vendió en Brasil.