El científico británico Geoffrey E. Hinton, uno de los pioneros en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), dejó la empresa Google y afirmó que lo hizo para poder advertir sobre los peligros de esta tecnología sin tener que preocuparse por el impacto de sus declaraciones. tendría sobre su empleador.
Hinton, a menudo llamado el “padrino” de la IA, dijo al New York Times que ahora se arrepiente de haber dedicado su carrera al desarrollo de esta tecnología. “Me consuela la excusa normal: si no hubiera sido yo, alguien más lo habría hecho”, dijo.
Se suma a otros expertos que ya han advertido sobre los riesgos de la IA, ante lanzamientos como ChatGPT y las inversiones de grandes empresas tecnológicas en este sector. "Es difícil imaginar cómo evitar que los malos actores lo utilicen para cosas malas". dijo al New York Times.
En Twitter, Hinton afirmó que Google siempre ha actuado con responsabilidad y negó haber dimitido para criticar a su antiguo empleador. Según el diario neoyorquino, Hinton comunicó su dimisión a Google el mes pasado.
Hinton teme que la IA inunde Internet con textos, fotografías y vídeos falsos, haciendo cada vez más difícil para las personas distinguir lo real de lo falso. También teme que en el futuro la IA pueda sustituir a muchos trabajadores e incluso convertirse en una amenaza para la humanidad.
Por ello, defendió, como ya han hecho otros expertos, que se interrumpa la investigación en este sector hasta que se tenga claro si será posible controlar la IA.
En marzo, un grupo de expertos pidió una pausa en el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial para dar tiempo a garantizar que sean seguros.
La carta abierta, firmada por más de mil personas, entre ellas el empresario Elon Musk y el cofundador de Apple, Steve Wozniak, estaba motivada por el lanzamiento del software GPT-4, una versión aún más potente de la tecnología utilizada por ChatGPT.
Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la Unión Europea, comentó que la dimisión de Hinton “relanzó el debate” sobre la inteligencia artificial.
“Existe un gran potencial, por ejemplo, para la salud, pero también tiene sus riesgos. Europa sigue trabajando para poner en práctica normas más eficaces”, explicó el italiano. (Con información de Ansa/EFE)