Un estudio internacional dirigido por la científica italiana Arianna Capucetti, de la Università della Svizzera italiana, reveló que Los tatuajes pueden debilitar el sistema inmunológico.
La investigación, publicada por la revista PNASEl estudio analizó los efectos de la tinta en ratones y células humanas. Los resultados indican que los pigmentos inyectados en la piel migran rápidamente al sistema linfático, donde se acumulan en grandes cantidades pocas horas después del tatuaje.
Según los autores, esta acumulación en los ganglios linfáticos desencadena una respuesta inflamatoria en dos fases: una fase aguda, que dura aproximadamente dos días, y una fase crónica, que puede persistir durante meses o años. La fase crónica se considera la más preocupante porque implica la absorción de la tinta por células del sistema inmunitario, como los macrófagos, que terminan muriendo o viendo afectada su función.
La investigación identificó que los pigmentos retenidos en estas células causan inflamación prolongada y comprometen la capacidad del sistema inmunitario para reaccionar adecuadamente. Además, las pruebas demostraron que la presencia de tinta en los ganglios linfáticos altera la eficacia de las vacunas. En animales tatuados, la respuesta a la vacuna contra la COVID-19 fue menor. Sin embargo, en el caso de la vacuna antigripal inactivada con radiación ultravioleta, se observó un aumento en la producción de anticuerpos.
Los investigadores explican que las diferencias se deben a los distintos mecanismos de acción entre los tipos de vacuna. La presencia de tinta parece dificultar la producción de la proteína de pico en el caso de la vacuna de ARN mensajero, mientras que, en el caso de las vacunas inactivadas, el entorno inflamatorio puede incluso actuar como un potenciador de la respuesta inmunitaria.
Según el estudio, durante el proceso de tatuaje se introducen en el cuerpo aproximadamente 2,5 miligramos de tinta por centímetro cuadrado. Parte de este material se drena a los ganglios linfáticos y puede permanecer en el cuerpo durante mucho tiempo. Los autores también observaron que los efectos varían según el color de la tinta. El pigmento rojo, por ejemplo, mostró la mayor toxicidad y capacidad para causar inflamación.
La investigación también indica el impacto de los tatuajes en el sistema inmunológico. Puede interferir con tratamientos médicos, como la inmunoterapia para el cáncer.. Los científicos advierten que se necesitan más estudios para evaluar el efecto de los tatuajes en diferentes tipos de vacunas y enfermedades, especialmente en personas con grandes áreas tatuadas.
El estudio, publicado este miércoles 3, contó con la participación de científicos de varios países. Los hallazgos refuerzan la necesidad de una regulación más estricta de los componentes químicos utilizados en las pinturas, que actualmente están menos controlados que los productos farmacéuticos.
Consulte el estudio completo publicado en la revista PNAS: La tinta del tatuaje induce inflamación en el ganglio linfático de drenaje y altera la respuesta inmune a la vacunación.
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