"No tiene sentido continuar, la ley está de su lado". La frase de rendición es Camillo De Pellegrín, alcalde de Valle de Zoldo, en el norte de Italia. Un notorio crítico de los derechos de los ciudadanos brasileños que buscan ciudadanía italiana, vio cerrado sin éxito su acción administrativa contra 12 demandantes.
Para Pellegrin, conocido por sus críticas a los italobrasileños, esta decisión representa un importante revés. Solía tener un amplio espacio en la prensa italiana para atacar a los “neoitalianos”, con el pretexto de proteger los intereses de los ciudadanos locales.
La batalla legal por el aumento de ciudadanía italiana para los descendientes de brasileños llegó a una conclusión en primera instancia. El Tribunal Administrativo Regional del Lacio decretó el fin del litigio.
Hace cuatro meses, la Junta do Comune de Val di Zoldo había autorizado “resistencia y impugnación judicial”, asignando a la defensa al abogado Innocenzo Megali.
Esperamos proteger los intereses del municipio.
El 26 de enero, cuando se izó la bandera brasileña en señal de protesta, Val di Zoldo ya tenía 551 casos pendientes, presentados por italobrasileños que buscaban el reconocimiento de la ciudadanía italiana por el jus sanguinis. “Ahora hemos llegado a 700 y seguimos recibiendo solicitudes: ya no estamos fuera de esta espiral”, lamenta De Pellegrin, que, a principios de año, todavía esperaba “proteger los intereses” del municipio.
Esto ocurrió luego de que el Juzgado Civil de Roma, en 2022, reconocerá la nacionalidad italiana a doce descendientes de un compatriota que emigró a Brasil.
Los descendientes enviaron al alcalde, como funcionario del registro civil, “todos los certificados de registro civil originales, acompañados de traducción y apostilla”, garantizando la validez legal de los documentos entre los dos países.
Recurrieron al TAR
Al no recibir respuesta, el pasado mes de julio, los nuevos ciudadanos enviaron una notificación y advertencia al ayuntamiento, que tampoco fue respondida. Como resultado, apelaron ante el Tribunal Administrativo Regional del Lacio.
“Con la estructura actual de la ley”, explica De Pellegrin, “nos dimos cuenta de que sólo estaríamos pagando gastos legales sin obtener ningún resultado”, dijo periódico Il Gazzettino.
“Es una situación embarazosa considerando que se estima que hay al menos 70 millones de solicitantes potenciales. Aquí en mi municipio, donde sólo tengo una persona y media para gestionar el departamento que se ocupa de los servicios demográficos y de la policía local, nos hemos visto obligados a reducir otras actividades dirigidas a los ciudadanos locales para tratar con personas que probablemente nunca vivirán aquí. Necesitamos trabajadores en las montañas, pero ninguno de estos italobrasileños solicita la ciudadanía para trabajar aquí; tal vez quieran que ella obtener algún subsidio ou viajar más fácilmente“, concluyó el alcalde.