A Suiza se le puede quitar todo, pero no la democracia. Mientras medio planeta está confinado debido a la pandemia de coronavirus, el próximo domingo se celebrará periódicamente en Ginebra la segunda vuelta de las elecciones administrativas.
El ejemplo refleja bien la paradoja del país suizo, uno de los más afectados por el coronavirus, pero que hasta ahora ha aplicado medidas menos estrictas que otros países europeos, empezando por Italia.
La relación entre población y número de pacientes se encuentra entre las peores del mundo. El gobierno ha interrumpido las actividades no esenciales, pero no prohíbe salir de casa.
Las cifras de infección
La noche del jueves (3), en Suiza 18.827 personas enfermaron de Covid-19 y 536 murieron. Con una población de apenas 8,6 millones, este es el peor índice en la relación entre contagios y habitantes.
La relación entre población y número de enfermos está entre las peores del mundo: 1 infectado por cada 452 individuos.
En Italia, el país con más muertes por coronavirus y uno de los más contaminados, la proporción es de 1 infectado por cada 530 individuos.
En Suiza, el virus se propagó de forma muy irregular por todo el territorio; El hecho de que las zonas más afectadas (Ginebra, Zurich, Cantón del Tesino) sean también aquellas donde los movimientos transfronterizos son mayores (trabajadores de Francia, Alemania, Italia) ha alimentado por enésima vez la polémica sobre la utilización de mano de obra extranjera.
Freno y acelerador
Para hacer frente a esta situación, el gobierno de Berna cerró todas las actividades consideradas no esenciales (empezando por bares, restaurantes e instalaciones turísticas) y redujo el transporte al mínimo. También prohibió manifestaciones públicas y reuniones de más de 5 personas; prevé multas de hasta 100 francos para los infractores, pero no cargos penales.
La noche del 8 al 9 de marzo se cerraron las fronteras (aunque Suiza forma parte del Tratado Schengen), pero a petición explícita de las autoridades, los trabajadores fronterizos de Lombardía, la región más infectada de Italia, quedaron con libre acceso a el territorio suizo.
Una medida imprescindible, de lo contrario la economía local se habría paralizado, empezando por el sector sanitario, que emplea a 5 empleados italianos.
Con información Claudio Del Frate / Corriere