En los últimos veinte años se ha duplicado el número de italianos que viven en el extranjero. En 2006, eran 3,1 millones; hoy superan la marca de los 6 millones.
Desde el comienzo de este nuevo milenio, el fenómeno migratorio italiano ha vuelto a crecer: la mitad de estos 6 millones viven fuera del país precisamente porque emigraron. La otra mitad está compuesta principalmente por descendientes italianos, nietos y bisnietos de italianos que emigraron en el siglo pasado y que tienen derecho al reconocimiento de la ciudadanía, independientemente del lugar del mundo donde vivan.
El Reino Unido es el destino preferido de los actuales italianos expatriados, según el informe semanal L'espresso. El país alberga actualmente a casi medio millón de ciudadanos italianos, muchos de los cuales también han obtenido la ciudadanía británica.
Otros destinos populares incluyen Alemania, Francia, Suiza, Brasil, España, Estados Unidos y Bélgica. Además de estos, los Países Bajos, Argentina, Austria, Australia, Portugal y Canadá también atraen a muchos italianos. Estos 14 países representaron el 82% de los 82 expatriados que abandonaron Italia en 2022.
“La decisión de muchos italianos de trasladarse al extranjero representa, a nivel social y colectivo, una pérdida de capital humano”, advierte la publicación.
Entre 2020 y 2023, Italia perdió más de 790 residentes, como resultado tanto de la emigración como de una disminución de la inmigración, pero principalmente debido a una baja tasa de natalidad. EL índice de fertilidad del país cayó a 1,2 hijos por mujer.
¿Son más felices los italianos en el extranjero? Cada uno tiene su propia respuesta, comenta el informe, pero mudarse a otro país nunca es sencillo. Incluso cuando se decide quedarse en el extranjero, siempre es necesario un esfuerzo, grande o pequeño, para adaptarse a culturas, lenguas y tradiciones distintas a las italianas.
“Hoy en día ya no los llamamos emigrantes, sino expatriados”, concluye el informe de L'espresso. “Ni maletas de cartón ni tíos de América. Gracias a las nuevas tecnologías y a los vuelos de bajo coste, incluso aquellos que deciden marcharse pueden mantener fácilmente los vínculos con Italia y vivir la distancia de forma más ligera. Pero el concepto sigue siendo el mismo: la búsqueda de reconstruir la vida en otros lugares”.
