La dificultad para encontrar trabajadores en la agricultura y el turismo llevó al gobierno italiano a aprobar un nuevo decreto que amplía el número de visas de trabajo para inmigrantes de fuera de la Unión Europea (UE). Luz verde para 452 mil espectadores en tres años.
La iniciativa de gobierno del Primer Ministro Giorgia Meloni tiene como objetivo poblar el mercado laboral italiano e impulsar los planes de recuperación pospandemia del país.
Según el diario El Sol 24 HorasMeloni anunció que se expedirán 452 nuevos permisos de trabajo a inmigrantes extracomunitarios entre este año y 2025. A pesar de esta medida, Italia mantendrá su estricta política de impedir la llegada de inmigrantes ilegales a través del mar Mediterráneo.
Este movimiento surge en respuesta a un informe del Banco de Italia que señala la falta de trabajadores cualificados como un factor que podría perjudicar los planes de recuperación del país, especialmente en los sectores de las tecnologías de la información (TI) y la construcción. Sobre esta base, Italia planea aumentar gradualmente el número de permisos de trabajo anuales, con el objetivo de 136.000 solicitudes en 2023, 151.000 en 2024 y 165.000 en 2025, al tiempo que amplía las categorías de trabajos elegibles para inmigrantes de fuera de Italia. UE.
Durante este año, Italia tiene previsto expedir 40 nuevos permisos de trabajo, y ya hay más de 82 solicitudes en curso. Vale señalar que, antes de la pandemia, el país expedía en promedio menos de 31 permisos de trabajo a extranjeros.
Este cambio de postura se produce en un contexto marcado por tragedias como el hundimiento de una embarcación con ciudadanos de Pakistán, Siria, Afganistán y otros países, en el que 94 personas, entre ellas mujeres y niños pequeños, perdieron la vida cerca de la costa italiana. Este evento generó críticas internas e internacionales y contribuyó a la revisión de la política de inmigración de Italia.
Con la ampliación de las visas de trabajo, Italia busca satisfacer su demanda de mano de obra calificada y aprovechar los beneficios que trae la diversidad cultural y la experiencia profesional de los inmigrantes. Este enfoque tiene como objetivo fortalecer la economía italiana, impulsando sectores estratégicos y garantizando una senda de recuperación sólida tras los desafíos enfrentados durante la pandemia.