Una mesa redonda organizada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos, discutió el futuro del café en un escenario de cambio climático sin precedentes, con efectos que van desde la sequía en Brasil hasta eventos extremos en Vietnam, poniendo la En peligro los medios de vida de más de 12,5 millones de productores de café en todo el mundo, la mayoría de los cuales son pequeños propietarios de tierras.
El evento fue promovido por la empresa italiana illycaffè, junto con el Premio Internacional Ernesto Illy, moderado por Clare Reichenbach, directora ejecutiva de la Fundación James Beard.
La mesa redonda reunió a importantes líderes del sector del café y la sostenibilidad, entre ellos Andrea Illy, presidenta de illycaffè y copresidenta de la Fundación Sociedad Regenerativa; Massimo Bottura, chef de renombre mundial y embajador de buena voluntad de las Naciones Unidas; Jamil Ahmad, director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nueva York; Andrea De Marco, gerente de proyectos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Unido); Raina Lang, directora senior de café sostenible de la ONG Conservación Internacional; y la brasileña Vanusia Nogueira, directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (ICO).
El panel discutió la urgencia de convertir el cultivo mundial de café en un modelo regenerativo para aumentar su resiliencia, mejorar los medios de vida de los productores de café y reducir el impacto ambiental de las plantaciones, incluso a través de un fondo público-privado de 10 mil millones de dólares (57 mil millones de reales) durante el próximo año. próximos 10 años, dirigido principalmente a pequeños productores.
“Desde la Expo Milán 2015, hemos trabajado incansablemente para construir un marco que proteja el café para las generaciones futuras”, declaró Illy durante el debate. “La agricultura regenerativa ha demostrado que puede producir altos rendimientos y calidad mientras recupera recursos naturales. Necesitamos actuar rápidamente para aplicar estas soluciones a nivel global a través de un fondo internacional”, añadió.
Bottura, a su vez, destacó que es necesario transformar el acto de beber una taza de café en una “acción consciente”. “Este cambio tiene un impacto directo y positivo en quienes producen y cultivan café, favoreciendo un futuro sostenible para las comunidades cafetaleras”, destacó.
Nogueira dijo que los productores de café, especialmente los pequeños agricultores de las regiones en desarrollo, enfrentan “desafíos sin precedentes que amenazan sus medios de vida y su patrimonio cultural”. “Este fondo es un paso fundamental hacia la creación de resiliencia y la preservación del futuro del café. Juntos podemos permitir que estas comunidades se adapten, prosperen y sigan compartiendo café con el mundo”, dijo. (Reuters)