Um estudio brasileño señaló que Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) pudo haber sufrido la enfermedad de horton, una patología también conocida como arteritis de células gigantes, y que pudo haber causado la ceguera y la depresión que sucedieron al final de la vida del genio italiano.
Los resultados fueron publicados en la revista científica italiana “Neurological Sciences” y toda la investigación fue dirigida por el profesor de Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre, Deivis de Campos.
Según explicó el experto a ANSA, el problema se identificó a partir de dos retratos y una escultura de bronce, este último de la Galleria dell'Accademia y el Galería de los Uffizi de Florencia, y que retrataba al artista mayor de 60 años.
“En estas obras es evidente, en los templos de Michelangelo, la dilatación de una arteria (arteria temporal superficial) que es compatible con el patrón encontrado en pacientes con enfermedad de Horton. Y fue a partir de ese detalle en los retratos y esculturas en bronce, hasta entonces inexplorados en la literatura, que comenzó mi investigación”, relató el profesor, que también es investigador de la obra del italiano.
Según Campos, la enfermedad de Horton es más común en personas mayores de 50 años y que son del norte de Europa o tienen ascendencia escandinava. Y quienes tienen el problema tienen arterias temporales superficiales con un revestimiento "inflamado o dañado".
“Además, estudios especializados indican que en muchos casos esta enfermedad puede provocar ceguera, depresión y fiebre, siendo la ceguera una de las complicaciones más graves. En este contexto, la literatura especializada describe que Miguel Ángel también sufrió ceguera, depresión y fiebre, especialmente en la vejez. Por lo tanto, hay pruebas contundentes de que el artista podría ser realmente portador de esta enfermedad”, añade a ANSA.
Deivis todavía cree que la enfermedad de Horton pudo haber influido en las obras del artista porque, en la literatura conocida, hay indicios de que "especialmente en los últimos 10 años de su vida", Miguel Ángel "tenía su visión gravemente afectada y por eso muchas obras fueron dejado atrás.
“Esto se puede comprobar a través de la “Pietà de Bandini”, realizada por Michelangelo entre 1550 y 1555, en el que el artista se retrata frente a Nicodemo con los párpados caídos en alusión a su debilidad visual. Además, la literatura describe que durante la elaboración de la Piedad de Bandini, Miguel Ángel se dio cuenta de que tenía muchas imprecisiones, probablemente causadas por las propias debilidades físicas del artista, especialmente en los ojos”, señala el profesor. (Reuters).