Fabricio Di Michele, Cónsul General de Italia en Nueva York, verbalizó lo que hasta entonces solo se sospechaba entre millones de descendientes de italianos en todo el mundo: el gobierno italiano aprobó, deliberada y abruptamente, el decreto que restringe el reconocimiento de la ciudadanía. jure sanguinis para contener la alta demanda.
O Decreto-ley n.º 36/2025La medida, aprobada por la Cámara de Diputados el 20 de mayo, entró en vigor el mismo día de su promulgación, el 28 de marzo, sin período de transición. Al comentar sobre la medida, el cónsul Fabrizio Di Michele declaró: «Era la única manera de hacerlo. Porque si la hubieran anunciado antes, millones de personas estarían buscando la ciudadanía al mismo tiempo», dijo. Podcast italoamericano, este martes (3).
La opción de violar la ley
La justificación del cónsul no suaviza la gravedad de la decisión. Al admitir que la medida se tomó para evitar el colapso del sistema consular, Di Michele reconoció que se violó deliberadamente la seguridad jurídica, principio que garantiza la estabilidad y la confianza en las normas.
«Parece injusto para quienes esperaban, pero era necesario porque la situación se volvió insostenible», dijo en una entrevista. En otras palabras, fue una decisión política en nombre de la practicidad.
El comunicado deja clara la naturaleza de la decisión: no fue un cambio técnico ni debatido, sino un recorte repentino con impacto directo en quienes llevaban años esperando el reconocimiento de la ciudadanía.
El impacto en los que esperaron
Miles de personas que ya habían invertido en documentos y traducciones se sorprendieron. «Algunos llevaban años esperando conseguir trabajo, gastando dinero en reunir los documentos, y de repente oyen: —Bueno, las reglas han cambiado, lo siento—», añadió el cónsul.
El discurso, aunque demuestra empatía, refuerza la falta de preparación y diálogo de la medida. Expertos legales escuchados por italianismo Señalar la ausencia de una vacatio legis — el tiempo mínimo entre la promulgación y la entrada en vigor de la ley — como un factor grave.
Un colapso institucional
Para Daniel Taddone, asesor del CGIE (Consejo General de Italianos en el Extranjero), el discurso de Di Michele confirma que el decreto se planeó en secreto. «Es absolutamente comprensible que los diplomáticos italianos ahora tengan que hacer malabarismos con la retórica para defender lo indefendible», declaró.
Según él, el cambio violaba principios constitucionales. «Modificar una ley repentinamente sin un período transitorio es una afrenta a la seguridad jurídica. Ninguna conveniencia administrativa puede justificarlo», afirmó.
Taddone citó la Sentencia 216/2015 del Tribunal Constitucional italiano, que ya declaró la inconstitucionalidad de decretos con efecto inmediato. También recordó que el principio de seguridad jurídica está reconocido en el Derecho de la Unión Europea.
“No podemos olvidar que la idea de ‘seguridad jurídica’ es también un principio general del Derecho de la Unión Europea y su protección ha sido reafirmada en varias ocasiones por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea”, concluyó.
Haga clic en la imagen de abajo para ver el discurso del cónsul.:

