Incluso durante el receso parlamentario, la cuestión de ciudadanía italiana, especialmente la propuesta de introducir el Jus Scholae, ha dominado las discusiones políticas en Italia.
La medida, que facilitaría la obtención de la ciudadanía para hijos de inmigrantes que completaron un ciclo de estudios en el país, divide opiniones y encuentra fuertes resistencias en la coalición de centroderecha, en particular en el partido Lega de Matteo Salvini.
La propuesta, defendida por el senador Simón Malpezzi, del Partido Demócrata, ha cobrado fuerza recientemente, impulsado por el desempeño de los deportistas italianos de origen inmigrante en el Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, dirigentes de la Lega como Gian Marco Centinaio, vicepresidente del senado, se han manifestado contra cualquier cambio en la legislación actual.
En una entrevista con el portal Affaritaliani.it, Centinaio reiteró que el ciudadanía italiana ya se otorga a través de un proceso riguroso, que permite a los jóvenes de 18 años decidir si desean o no obtener el ciudadanía italiana. "El sistema actual ya es virtuoso y no veo ninguna razón para cambiarlo", afirmó.
Criticó lo que llamó la “moda” promovida por la izquierda, que utiliza el éxito olímpico para impulsar el debate sobre la Jus Scholae. “Hacerle el juego a la izquierda no nos lleva a ninguna parte”, declaró, argumentando que el gobierno debería centrarse en prioridades ya establecidas, sin desviarse hacia temas que no forman parte del programa de gobierno.
Nicola Molteni, subsecretario del Ministerio del Interior y también miembro de la Lega, reforzó esta posición en una entrevista con El Periódico. Según él, la ciudadanía debe ser “resultado de un proceso de integración” y no un simple acto de concesión por parte del Estado. Molteni criticó la insistencia de la izquierda en revivir la cuestión de Jus Scholae, señalando que, incluso cuando estaban en el gobierno, no tuvieron la fuerza ni el coraje para promover tales cambios.
Molteni dejó claro que mientras la Lega esté en el poder, la legislación sobre ciudadanía italiana permanecerá sin cambios. Destacó que la ley actual está funcionando bien y que no hay necesidad de modificarla. “Los datos sobre inmigración son positivos, volvemos a desempeñar un papel protagonista en el Mediterráneo, no tiene sentido dividirnos por el tema Jus Scholae"Él concluyó.
La coalición de centroderecha parece, por ahora, decidida a mantener las reglas actuales, priorizando una política de inmigración más cautelosa y controlada.
diferencia entre Jus Scholae, Ius Soli e Ius Sanguinis
Ius Scholae: Este principio vincula la adquisición de la ciudadanía a la finalización de un determinado número de años de escolarización en el país en cuestión. En otras palabras, cualquiera que asista regularmente a una escuela italiana durante un período prolongado podría, basándose en este principio, obtener la ciudadanía italiana. Es una forma de reconocer el vínculo que se crea entre un individuo y un país a través de la educación.
Juan Solí: Este principio es más directo: atribuye la ciudadanía a cualquier persona nacida en el territorio de un Estado, independientemente de la ciudadanía de sus padres. Es como decir “la tierra hace al hombre”. Países como Brasil, Argentina, Canadá, Estados Unidos y Uruguay adoptan este sistema, con algunas reglas particulares.
Ius Sanguinis: Este es el principio más tradicional y común. Significa que la ciudadanía se adquiere por descendencia, es decir, se transmite de padres a hijos. En Italia, por ejemplo, prevalece este principio: si tus padres son italianos, tú también lo eres, independientemente de dónde naciste.
¿Cuál es la principal diferencia entre ellos?
- Ius Scholae: Se centra en la integración y vinculación con el sistema educativo del país.
- Juan Solí: Se basa en el lugar de nacimiento, independientemente de otros factores.
- Ius Sanguinis: Se basa en el vínculo de sangre, es decir, en la relación de parentesco.