El mercado del alquiler en Italia, especialmente en las grandes ciudades como Florencia, Milán y Roma, es competitivo y a menudo escaso. Ante esta gran demanda, algunos propietarios intentan imponer condiciones abusivas a los inquilinos.
Sin embargo, la legislación italiana ofrece varias protecciones, garantizando que tanto los nuevos como los antiguos inquilinos conozcan y ejerzan sus derechos.
Aquí destacamos algunas prácticas que los propietarios en Italia no puedo exigir de sus inquilinos.
1. Requisito de prueba de ingresos
Aunque es común que los propietarios soliciten comprobantes de ingresos, como recibos de sueldo o contratos de trabajo, la ley no exige que los inquilinos los presenten. Sin embargo, el propietario tiene derecho a negarse a alquilar el inmóvil si el inquilino se niega a proporcionar estos documentos.
Esto crea una situación delicada: el inquilino puede negar la solicitud, pero corre el riesgo de perder la propiedad ante otro inquilino dispuesto a mostrar sus pruebas.
2. Depósito mayor a tres meses
La legislación italiana es clara en cuanto al importe máximo del depósito de garantía: el propietario no puede exigir más que el equivalente de tres meses de alquiler. Cualquier cantidad superior a esa cantidad es ilegal.
Esta cantidad deberá estar estipulada en el contrato de alquiler y deberá ser devuelta al inquilino al finalizar el contrato, salvo en casos de daño grave al inmueble o impago.
3. Prohibición de fumar
Los propietarios no pueden prohibir a los inquilinos fumar dentro de la propiedad, ya que esto sería una violación de los derechos personales. Sin embargo, el inquilino puede ser considerado responsable de los daños causados por el humo, como paredes manchadas u otras pérdidas.
Además, el inquilino deberá respetar la prohibición de fumar en las zonas comunes del edificio.
4. Restricciones de visitas
Los inquilinos tienen derecho a recibir visitas, ya sean amigos o familiares, sin obligación de informar al propietario.
El único requisito es que estas visitas sean gratuitas, ya que el cobro del alojamiento podría calificarse de subarrendamiento, lo que generalmente requiere la autorización del propietario.
5. Exigir el pago en efectivo
Los inquilinos tienen derecho a elegir cómo prefieren pagar el alquiler. Los propietarios no pueden exigir que el pago se realice exclusivamente en efectivo.
Además, desde enero de 2023, los alquileres superiores a 1.000 € deberán pagarse mediante medios rastreables, como transferencias bancarias o cheques.
6. Cargo por reparaciones estructurales
La responsabilidad de las reparaciones de la propiedad se divide entre inquilinos y propietarios. Pequeñas reparaciones, como cambiar bombillas o desbloquear desagües, son responsabilidad del inquilino.
Sin embargo, las reparaciones estructurales o los reemplazos importantes, como reparaciones del techo o reemplazo de sistemas de calefacción, deben ser pagados por el propietario.
Si el propietario se niega a hacerse cargo de estos costes, el inquilino puede buscar medios legales para resolver la situación, incluida la resolución del contrato.
7. Entrar a la propiedad sin consentimiento
Los propietarios no pueden ingresar a la propiedad sin el permiso previo del inquilino, excepto en situaciones de emergencia.
Cualquier otro intento de acceder a la propiedad sin previo aviso constituye una violación de la privacidad del inquilino.
8. Instalación de cámaras de vigilancia
Está prohibida la instalación de cámaras en el interior del inmueble, ya que vulnera el derecho a la privacidad del inquilino. Sin embargo, se permiten cámaras externas, como las de la entrada principal, siempre que el propietario revele su ubicación y obtenga el consentimiento del inquilino.
Éstas son algunas de las principales protecciones garantizadas a los inquilinos en Italia, especialmente en los contratos de alquiler a largo plazo.
Para cualquiera que planee alquilar una propiedad en el país, conocer estas reglas puede ser la clave para evitar abusos y garantizar un contrato justo. (Foto principal: Depositphotos)